La noche es hermosa, el aire fresco que entra por la ventana. Se que estás ahí y te amo por ser. Se que ahora puedo voltear hacia mi ventana y admirar la noche porque tu estás cerca de mi, porque tu existes en mi mundo y yo en el tuyo. Has iluminado mi noche. Estás aquí en mi mente con la seguridad de que estás en mi espacio.

Hace unos días estaba pasando momentos de lentitud, de conformidad, de soledad relativa, donde la desesperación estaba presente cada noche, tratando de buscar salida en argumentos que mostraban algo muy distinto a lo que hoy siento en mi.

Hoy, gracias a Dios, puede decir con toda seguridad que te amo, y se que mis sentimientos son bien correspondidos.