Toronto

Publicado el 22 de August del 2006 a las 8:23 am.

Los días que estuve en Toronto observé que el diseño está casi en todo lugar, lo importante que es hacer que las cosas luzcan como deben ser. El diseño de Eaton’s center es realmente bueno, desde la entrada por Younge st, junto a H&M te muestra un diseño arquetectónico con un espacio amplio al entrar, con esa mezcla de paredes blancas, diseños tubular y vidrio, además de los espectaculares internos que hacen más llamativa la espaciosa sala a la entrada. Más adelante, después de recorrer una parte del mall con un formato clásico de pasillos en varios pisos, llegas a una parte donde el espacio se abre considerablemente, el techo se convierte en domos colocados a una altura considerable y ves más pisos repletos de tiendas, incluyendo una apple store, con su fachada de apariencia metálica, muy minimalista, y con la manzana en blanco retroiluminada al centro del marco de entrada. Diseñar espacios para tiendas es realmente un arte. Hollister es otro ejemplo de tiendas con un diseño muy particular; a diferencia del resto de las tiendas donde predominan las paredes blancas, la claridad de la luz, en esa tienda predomina la oscuridad con spots de luz sobre la ropa que venden, es realmente una experiencia el simple hecho de entrar ahí, un diseño de tienda fuera del formato convencional en cuanto a iluminación y decoración, es como entrar de noche a una casa, la atmósfera está por demás bien lograda.

Toronto

De regreso a la calle Younge, en la esquina donde está H&M, particularmente en la noche se vuelve muy llamativa, pues las grandes pantallas de leds montadas sobre estructuras aparentemente un poco desordenadas a gran altura, conjunto con el resto de las esquinas donde hay publicidad, negocios y más pantallas, además de la plaza con fuentes a nivel piso, hacen en conjunto un desarollo, a mi parecer, que muestra una dispoción de la ciudad para adpotar una visión sobre el entorno con un carácter de estar en el presente.

Ayer, de camino al edificio de MuchMusic me encontré con el Congreso, una especie de dos “C” frente a frente un poco en desfase, por los acabados diría que ya tiene algunas décadas, pero wey!!! ya quisiera la mitad de un edificio así en mi rancho, en lugar de los “palacios” aztequescos que hacen como edificios nuevos. Total… en el camino me encontré con tiendas no muy grandes, algunas con ese feeling más local, van recreando una atmósfera que me recuerda un poco a… no recuerdo el nombre de la calle, creo que seguía siendo Broadway, en Vancouver, total, en esa calle hay tiendas de no big names, pero muy particulares en diseñar su propio espacio… por cierto… recuerdo que en una tienda de esa calle de Vancouver ví un alien de plástico muy cool y me arrepiento, aun después de todos estos años (el anciano!!!), no haber comprado ese alien, realmente estaba muy chido.

De regreso al agriopuerto… espera… hay que contar lo del Taxi del hotel al aeropuerto… wey… no tengo nada en contra de las mujeres que manejan, pero que no mamen, la taxista que nos llevó al agriopuerto era un caso, jejeje.

Total, ya sanos y salvos en el aeropuerto llegamos a hacer fila al mostrador de Air Canada, muy a toda madre el wey que documentó nuetro equipaje, nos acomodó en un vuelo que salía media hora antes y no la hizo de pex. Perooooooooooooooooooooo (como diría la bailariana jueza de Bailando por un sueldo) al llegar al mostrador ya para abordar… SSSSSSSSSSSSAAAAAAAAAAAAAAASSSSSSSSSSSSSSSSSSS CULERAAAAAAAAA, nos atiende una señora (por lo amargueitor yo creo que era señorita o dejó de ser “señora” 😉 hace muuuucho tiempo, you know what I mean, jejeje) no muy jóven, bueno…. ya estaba ruca. Wey… la falta de estrógeneos si que les pega duro a las pretty woman. Pasó lo siguiente: Para empezar me la hizo de pedo porque yo traía tenis (lo que pasa es que traímos boletos de empleado y se supone que en Air Canada en esos caso debe ir uno nice) y que el pantalón del Toy estaba muy viejo… pinche vieja tu seras muy nueva, pensé yo. Total que la empezó a hacerla de tos, y otra compañera, la contraparte (porque era una señora mayor, pero con más clase y menos arrugas) le decía que los pantalones estabam bien y la otra que no, total, sí nos dejó pasar la muy out of sesson, oyeeeemeeee mi sudadera está muy cool y mi vestimenta es del año 2006, en fin, para la otra hay que ir de “esmoquin” y traje de noche para las damas, claro, sin faltar el peinado “a la Lucy Mazzocco”.

Después de las sangoloteadas que daba el avión llegamos a Montréal (sí, ahí va el acento…. que pinche naco soy… I love it!)… pero bueno eso ya lo postearé más adelantito…. ahorita tengo que alistarme para salir.

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