Anoche entre la etiqueta negra, cientos (literalmente) de libros, música, DVDs, comics en las paredes y cuadernos de ciencia ilustrados a mano natural y bellamente maquetados, un old friend y yo platicamos del ego, los protejidos, el animal al que le debemos dar gracias porque hoy los humanos tenemos piernas, etc. Pero hoy les vengo a hablar del ego… el único y verdadero demonio, no tiene cuernos, ni es rojo, ni tiene cola puntiaguda, pero sí, es la perdición del hombre.

Es cierto que el conocimiento es luz, que através de ella obtenemos sabiduría y bla bla bla, pero todo esto es useless si el ego es tan grande que se nos planta como la densa nube que tapa el sol… curiosamente esta nube se hace invisible, mas no transparente, al menor descuido.

El ego nos envuelve, nos domina, nos hace sentir furia (no, no la revista) y aunque nos da poder de sentir que somos malos, o pero aún, que somos buenos, termina por putrefactarnos el alma.

Mi old friend me hizo ver que lo que tengo es el ego herido, y que el ego no vale la pena… pero el ego no sana y desaparece de repente, les diré que podría sanar pero no siempre desaparecerá del todo… yo y mi ego herido, herido por razones reales y/o quizás inventadas (o una mezcla de las 2 cosas), pero que al final está ahí, quemándome por dentro, en una nuebe gris de vapor tóxico que me envenena… es tiempo de caminar lejos, buscar mi paz interior y ver por mi, pues es cierto que hay cosas en mi actual vida que no funcionan del todo y tengo 2 opciones: 1-Investigar qué está mal o 2-Comenzar de nuevo… aunque sea que después de comenzar de nuevo podría toparme nuevamente con el mismo problema y descubrir que entonce debí haber tomado la opción 1 para evitar el mismo problema… pero ¿Quién sabe la respuesta correcta? Yo creo que sólamene aquel que ha tomado la decisión, sin importar si fue la 1 o la 2.

Este fin de semana me voy a ver a Madonna. Si con en el festival donde estuvieron Underworld, Soulwax, Ladytron, Fangoria, Tiga, etc. me quedé sin voz de tanto gritar y cantar en este seguro que me volverá a pasar… ¡A huevo! Y si canta Like a Virgin a huevo que me acordaré cuando iba en aquella góndola en Venecia (si alguien no le entendió al chiste haga un poco de research).

Ayer gracias a una plática casi unidireccional que resultó ser un medicamento sumamente efectivo (y sí, literalmente hablo de palabras, conversación, charla, etc. y no de pastillas ni nada así) me permitió darme cuenta del valor de mi vida y cómo fui un pendejete en algunas cosas, falta mucho por trabajar pero ahí va la cosa, disfrutando de la noche y los placeres que en ella existen… bueno eso de los placeres fue un tanto exagerado… no, no es cierto.

Y después escribiré un post sobre los placeres de la noche. (“…eres una puerca Mané” – pedazo histórico del guión de 3 mujeres en la hoguera).

Esta noche, al llegar al familiar pero casi ausente patio trasero, he visto las estrellas, he visto a Orión, e incluso a las pléyades… supongo que eran ellas, siempre sonrientes como diciendo “ven a casa”. Pero una fuerte ausencia se dejó sentir, el brillo de la estrellas estaba ahí… un paraíso estelar que no es para mi.

Hoy parece ser que las estrella sobre mi cabeza han dejado de brillar para mi, ahora la oscuridad da bienvenida nuevamente a mis brazos, que la sujetarán como el niño perdido que ve hacia el cielo con el sueño de encontrarte.

Por tantas y lejanas tierras he caminado, en la soledad, incluso estando perdido pero encontrando nueva vida. Ahí donde el mar se sobrepone a una cambiante ciudad, ahí donde el frío abriga la quietud y aparente pasividad de una vida insípida, ahí donde mis pasos han cesado, ahí, estoy yo sentado, esperando la hora de mi partida, de comenzar un nuevo rumbo y dar un fuerte respiro, en un profundo e inquietante suspiro donde nuevos y luminosos futuros esperan mi llegada dejando atrás la oscuridad en que mi cabeza es cubierta cada que la luz de la razón asoma por mi vida.

Es tiempo de dejarse cobijar por la noche, en esta fría y plana quietud.

(…nunca se me quitó lo corriente ¬¬)